jueves, 29 de diciembre de 2011

Cambiar la expresión “Feliz Navidad” por “Felices compras”

Queridos lectores, siento mucho la demora en publicar nuevas entradas, me he retrasado debido a problemas de Internet y de vagancia. Pero aquí he vuelto a las andadas. Como todos sabrán, estamos en el mes de las fiestas, navidad, año nuevo, reyes magos, cumpleaños de algunos, etc. En mi opinión la navidad es para festejar el nacimiento de Jesús, pasar con la familia, etc. Pero… ¿Realmente la navidad se celebra para festejar el nacimiento de Jesús? ¿Realmente se celebra para tener una excusa perfecta para reencontrase con la familia, amigos, etc.?

Actualmente, Jesús está casi olvidado por la mayoría en la navidad. Todos esperan a otro personaje, Papá Noel. La navidad se ha convertido en una fecha en donde todo el mundo sale a comprar, comprar y comprar. Regalos, ropa, adornos, más regalos, etc. 
Esto es obra de un consumismo desenfrenado, donde la persona no compra por necesidad, sino por poseer algo más nuevo y bonito. Se trata de seducir al consumidor para que compre por comprar, más que por necesidad.
[Documental: Obsolescencia programada, comprar, tirar, comprar].


Yo me pregunto, ¿Qué pasaría si no compráramos regalos? ¿Seríamos menos personas? ¿Seríamos personas minusválidas*? ¿Seríamos menos felices?
Aquí hablaré de mi experiencia personal, esta navidad, no compré fuegos artificiales, ni pedí que me dieran regalos. Más que por falta de dinero, porque no me parece necesario hacer tanta bulla. Simplemente me dediqué a pasar el rato con mi familia, que, en mi opinión, ese es el verdadero objetivo de la navidad.

La persona que es libre, tiene la opción de evitar comprar, comprar, comprar, comprar y comprar por comprar, sino comprar lo que necesita, decidir si ser como los demás y lanzar fuegos artificiales, tomar alcohol hasta quedar ebrios, o comer una cena navideña tranquilamente con la familia.

Queda a decisión vuestra lo que desean hacer.
¡Feliz navidad!, o… felices compras.